Cuando una empresa entra en proceso de liquidación, uno de los aspectos más críticos es cómo se distribuirán los fondos obtenidos de la venta de sus activos. Los pagos a los acreedores deben seguir un orden específico establecido por la legislación para garantizar que todos los derechos sean respetados. En este artículo, exploramos la prioridad de los pagos en una empresa en liquidación y la importancia de contar con un gestor concursal para gestionar este proceso de manera efectiva.
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Toggle¿Qué es la liquidación de una empresa?
La liquidación de una empresa ocurre cuando esta no puede seguir operando debido a la insolvencia o por decisión de los socios. Este proceso implica la venta de los activos de la empresa y el reparto de los fondos obtenidos entre los acreedores. El propósito de la liquidación es saldar la mayor parte de las deudas posibles, aunque en muchos casos no se cubren todas.
¿Cómo se establece la prioridad de pagos en una liquidación?
El orden en el que se deben pagar las deudas durante una liquidación está determinado por la ley concursal, y esta establece una jerarquía clara. El objetivo de este orden es asegurar que los acreedores más importantes y los que tienen mayor derecho a recibir pagos sean los primeros en cobrar. A continuación, detallamos cómo se estructura esta prioridad.
1. Los gastos del procedimiento de liquidación
El primer pago que debe realizarse son los gastos relacionados con el proceso de liquidación. Esto incluye los honorarios del gestor concursal, los costes administrativos y otros gastos relacionados con la administración de la liquidación. Estos gastos son imprescindibles para llevar a cabo el proceso, y deben ser cubiertos antes de cualquier pago a los acreedores.
2. Los créditos laborales
Una vez que se han cubierto los gastos del procedimiento, el siguiente grupo en la lista son los créditos laborales. Los empleados de la empresa tienen un derecho prioritario sobre el resto de los acreedores, ya que sus salarios, indemnizaciones y otras prestaciones laborales deben ser satisfechas con la mayor urgencia. Esto incluye no solo los salarios pendientes, sino también cualquier tipo de indemnización o compensación relacionada con el despido.
3. Los créditos privilegiados
A continuación, se pagan los créditos privilegiados, que incluyen las deudas con la Administración Pública, como impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social. Estos créditos tienen preferencia sobre las deudas ordinarias debido a la importancia de que el Estado pueda recaudar los fondos necesarios para el funcionamiento del país. Además, las entidades financieras que hayan proporcionado garantías también pueden tener un privilegio sobre otros tipos de acreedores.
4. Los créditos ordinarios
Una vez satisfechos los pagos anteriores, se procede al pago de los créditos ordinarios. Estos son los préstamos y deudas que no tienen una garantía específica ni un privilegio especial. Incluyen las deudas con proveedores y otros acreedores que no son prioritarios. Estos pagos se realizan según la disponibilidad de fondos después de cubrir las prioridades anteriores.
5. Los créditos subordinados
Finalmente, si hay fondos disponibles después de haber pagado todas las deudas anteriores, se abonan los créditos subordinados. Estos son los que tienen menor prioridad, y suelen incluir deudas con los socios o accionistas de la empresa. Aunque pueden ser reclamados, su cobro es lo último en la lista de prioridades.

¿Por qué es crucial contar con un gestor concursal?
El proceso de liquidación y la distribución de los fondos entre los acreedores puede ser complejo y debe cumplir con todas las normativas legales. Un gestor concursal especializado es esencial para garantizar que el proceso se lleve a cabo de manera correcta y equitativa. Además, el gestor concursal se encarga de evaluar los activos de la empresa, coordinar las ventas de esos activos y asegurar que los pagos se realicen de acuerdo con la ley.
Contar con un profesional experimentado también puede ayudar a evitar posibles disputas legales entre los acreedores, garantizando que todos reciban lo que les corresponde según el orden de prioridad establecido.
Conclusión
La prioridad de pagos en una empresa en liquidación es un proceso fundamental que debe realizarse con cuidado y en estricto cumplimiento de la ley. Desde los gastos de procedimiento hasta los créditos subordinados, cada paso debe seguir una jerarquía clara para garantizar que todos los acreedores reciban el pago correspondiente. Si tu empresa está pasando por una liquidación o si eres un acreedor que busca recuperar su deuda, es fundamental contar con el asesoramiento adecuado.
Si necesitas más información sobre cómo gestionar un proceso de liquidación o cómo proteger tus derechos como acreedor, no dudes en ponerte en contacto con nuestros gestores concursales. Estamos aquí para ayudarte a navegar por este proceso de manera eficiente y conforme a la ley.